domingo, 22 de junio de 2008

Campaña "Por un México sin corrupción"



En al ámbito mundial, nuestras sociedades están sufriendo una decadencia de valores éticos y morales, tanto el esfera pública como privada que se refleja más que todo en los sectores dirigentes.

Por un lado resulta paradójico que en el siglo pasado se alcanzaron los niveles más altos de conocimiento y educación en el mundo y no obstante este acontecimiento no fue imperativo para la formación de mejores ciudadanos, ello nos lleva a pensar que el problema es más complejo.

Entonces la necesidad de conceptualizar el término corrupción, mismo que proviene del vocablo latino "corrumpere" que quiere decir "echar a perder".

La corrupción se define como el eje fundamental sobre el que descansan todas las formas de criminalidad organizada. En síntesis corrupción significa: cambiar la naturaleza de una cosa, volviéndola degradada o mala. Así esta palabra, en las definiciones ético-morales, está vinculada a la idea de que existe una cierta naturaleza o manera de ser que cambia o degenera.


La corrupción en el ámbito ético la vemos y la sentimos cuando los profesionales ya sean llamados abogados, constructores, ingenieros, profesores, rectores, etc. abusan de sus clientes o también los que generalmente utilizan sus servicios también, se ve en los médicos que en vez de mirar su profesión por el bien que le hacen a la humanidad solo lo miran desde el punto de vista económico, con esto no queremos decir que todos los profesionales son corruptos pero si todas las profesiones tienen corrupción sea cual sea.

Si bien es cierto que la corrupción se presenta en nuestro país en cualquier en la mayoría de los sectores de población en rangos amplios de edad, sexo, condición socioeconómica, formación académica en suma, como un fenómeno cultural, una razón importante de este problema está en la manera en que la gente es educada, por lo tanto es necesario que nuestra nación mejore a partir del trabajo en el sistema educativo.

La crisis de la educación en México ha sido descrita y diagnosticada con relativa frecuencia. En este sentido, no resultan ajenos (ni novedosos) los problemas referidos a gestión, cobros indebidos, bajo rendimiento académico de nuestros estudiantes, así como a las debilidades de la formación docente, entre otros.

Sin embargo, muy pocas veces se menciona el gran problema que supone para el sector la corrupción, que se ha convertido en privilegiado componente de la crisis educativa.

En nuestro país se mantienen activas algunas instituciones donde persistentemente se generan actos de corrupción. Debido a ellos, no se contrata a buenos maestros, no se administran adecuadamente los escasos recursos económicos y humanos disponibles, no se sanciona a quienes atropellan las normas o abusan del poder. Además, los niños, niñas y jóvenes no reciben una educación de calidad y no se respeta su derecho a ser tratados con respeto y dignidad. Adicionalmente, los escasos recursos destinados al sector son desviados y utilizados en lo que menos se necesita.


Por todo lo anterior, Grandeza Mexicana propone trabajar en la campaña "Por un México sin corrupción" que ssi bien es cierto no es la primera, se sumará con la propuesta de un esquema de trabajo dirigido al sector educativo como instrumento para reducir este fenómeno social.


Aníbal González Pedraza

No hay comentarios: